El baterista Guillermo McGill es una de las figuras más destacadas del jazz español, y toda una referencia en el jazz flamenco. A pesar de su trayectoria y de su autoridad profesional, y teniendo en cuenta que en esto de la crisis de la industria discográfica pinta bastos para todos, McGill se ha lanzado a la creación de su propia discográfica, a la que ha llamado Clandestino, y donde acaba de lanzar su último disco, y el primero de su sello, al que, significativamente, ha titulado ‘Es hora de caminar’.
Las ocho canciones que componen el disco son un recorrido por los intereses musicales de este artista; ya que se enfrenta tanto a palos de flamenco (malagueña, colombiana), que le sirven para homenajear al guitarrista Ramón Montoya, como a piezas puramente jazzísticas, ya sean compuestas por él, como el tema que abre el disco y da título al disco; como por las versiones que realiza del ‘Lonely woman’ de Ornette Coleman, del ‘First song’ de Charlie Haden (el disco está dedicado a Bernardo Sassetti, Haden y Coleman, todo ellos fallecido el año pasado) y del ‘Olha Maria’ de A.C. Jobim.
Para sacar adelante este primer disco de su discográfica Guillermo McGill ha contado con algunos de los pesos pesados del jazz español, como son el saxofonista Perico Sambeat, el contrabajista Javier Colina y el joven pianista Marco Mezquida, que a priori podía pensarse que era la parte más ‘débil’ del entramado. Sin embargo, el menorquín solventa su participación con nota muy alta.
Con todos estos elementos el disco se antoja un trabajo serio, alejado de flamenquerías más o menos populistas, y que requiere un ejercicio de atención para poder apreciar todo lo que contiene este ‘Es hora de caminar’.
Que el camino te sea propicio y crezca contigo.